martes, 3 de noviembre de 2015

LOS MECANISMOS DEL APRENDIZAJE



Francisco llegaba a la final tras duros partidos con rivales muy preparados y donde había rendido muy bien. Ahora le tocaba jugar contra Alberto, otra vez… Llevaba 7 años jugando a tenis de mesa y los cuatro últimos se había cruzado con él en muchas finales o semifinales, siempre perdía, Alberto siempre ganaba.
Había entrenado duro las 6 horas que dedicaba los entrenamientos, tenía un psicólogo, fisioterapeuta, nutricionista y un preparador físico. Él no lo pidió, pero lo tenía, el club estaba invirtiendo mucho en que sus jugadores pudieran tener todos los recursos que el libro de una prestigiosa psicóloga que salía en la tele les decía. Que los usara o no es otra cuestión.
Cuando Francisco vio que otra vez tenía que jugar contra Alberto pensó  “otra vez con Alberto, voy a perder”, un rápido e incontrolable pensamiento que sin saberlo él era su sentencia definitiva.

El partido terminó antes de empezar, cuando perdió volvió a escuchar las mismas historias de siempre, el entrenador le reprochaba su actuación, sus padres justificaban su actuación explicando a otros padres que las decisiones de la banda habían sido erróneas, si no su hijo hubiera ganado. Sus compañeros le enseñaban los wassap con los últimos memes del friki de turno para que se le olvidara el mal rollo. Y él llamaba a sus colegas para quedar y jugar a la Wii on line. El quería ganar pero la vida es así. Nunca ganaría contra Alberto y total de ésto no voy a vivir, además no puedo entrenar más tiempo porque tengo más cosas que hacer, al fin y al cabo soy medalla de plata otra vez.

El aprendizaje en Psicología, es un proceso que implica un cambio relativamente estable en la conducta como resultado de la experiencia para interactuar con el ambiente. Procesos que están relacionados con el aprendizaje serían percepción, atención, memoria, motivación, capacidad física o mental de realizar la conducta aprendida y las emociones.

Se puede aprender de varias formas:

Por contigüidad a un suceso: estímulo – respuesta.
Por contingencia: estímulo- respuesta- contingencia.
Por por observación ( aprendizaje vicario).

Muchas situaciones de la vida nos obligan a aprender constantemente.
El primer tipo de aprendizaje por contigüidad, lo tienen todos los organismos vivos con un sistema nervioso poco desarrollado ( en humanos bebes y niños muy pequeños) , sólo se necesita un estímulo (por ejemplo, calor) un órgano que recepcione este estímulo (receptores sensoriales) y una conexión neuronal que mande la orden a los músculos para actuar (acto reflejo) .El estímulo y la respuesta tienen que ser contigüas en el tiempo, es decir que pasen de forma prácticamente inmediata. Hay determinadas situaciones que con un solo emparejamiento de estímulo - respuesta quedan registradas en la memoria tienen que ver con conductas de supervivencia (muy relacionadas con los traumas y con las fobias).

Luis se siente mal, puede que no haya hecho bien la digestión, puede que sea el calor o una gripe en estado latente, pierde un set, el entrenador le grita haciendo su organismo experimente un exceso de activación que hace que aumente la temperatura corporal que hace que el jugador tenga que ir corriendo al baño a vomitar. Es un suceso muy desagradable para Luis que recibe la bronca de sus padres, del entrenador, del juez, las risas de sus compañeros y el jugador siente una gran vergüenza por haber tenido que abandonar así el partido. Esta situación se graba a fuego en la memoria, además el jugador lejos de buscar una explicación sencilla a lo que le ha ocurrido, evita analizarlo y lo deja pasar.


Pasan unos cuantos partidos y en una situación parecida a la descrita vuelve a suceder, mucho calor, comida en exceso por la ansiedad, falta de hidratación, una jugada difícil que hace que el nivel de activación físico y mental vuelva a ser excesivo, una mirada de reproche y …¡¡¡tachán¡¡¡ vuelve a ocurrir , el jugador se siente fatal y tiene ganas de vomitar vuelve a hacer lo mismo que la otra vez. La situación empeora, porque posiblemente si no se analizan las causas reales, el jugador anticipe la situación y se ponga enfermo antes de comenzar ni tan siquiera a jugar el partido.

El segundo tipo de aprendizaje : estímulo-respuesta- consecuencia.
El proceso es más complicado por lo que el grado de maduración neuronal en seres humanos es mayor (niños desde los 2 años aproximadamente) y es posible que lo desarrollen especies animales con cerebros más complejos .

Blanca tiene que jugar un partido importante, tiene ansiedad y por eso busca hablar con las compañeras, hacen chistes, se distrae de todo lo que tenga que ver con el próximo partido, se relaja, juega mejor (gana el partido). En los siguientes partidos volverá a hacer lo mismo, por que asocia la consecuencia ( ganar el partido) a la conducta anterior ( distraerse para estar relajada) . Pero ojo, el día que no estén las compañeras que le hacen relajarse sentirá una ansiedad mucho mayor porque no tendrá el estímulo que la distrae y la hace sentir bien o a lo mejor se relaja tanto que no está atenta a las jugadas y pierde .


Pongamos otro ejemplo.

Tomás juega muy forzado físicamente, marcando músculo, potente en los saques, rápido y veloz. Gana el partido o pierde el partido, da igual pero es todo un espectáculo verle y la gente cuando acaba le alaba por su buen estado físico y por lo fuerte que golpea. Da igual perder o ganar, el jugador recibe mucho refuerzo social y eso es lo que le importa.
El último tipo el aprendizaje por observación es propio de etapas evolutivas del desarrollo infantil más maduras y en primates superiores.Es cuando se aprenden conductas y sus consecuencias viéndolas en los demás , el mecanismo básico es similar al segundo tipo de aprendizaje solo que aprendemos como espectadores que determinadas actuaciones tienen unas consecuencias por lo que actuaremos en consecuencia en función de las ganancias o pérdidas que veamos que tiene la persona que realiza la acción.

Elena no quiere jugar campeonatos porque un día vió a su compañera en el último torneo que lloraba mucho y lo pasaba fatal, otros niños se reían de ella y el entrenador la regañaba, ella se decía, para qué voy a jugar un torneo si me pongo a llorar me pasará lo mismo que a mi amiga. Nadie a su alrededor sabe lo que pasa, no entienden que no quiera jugar.

Y ahora tras este paréntesis entre nuestra historia inicial y el final de este artículo…¡Os reto! qué tipo de aprendizaje tiene nuestro protagonista de la historia, cómo podría cambiar lo que piensa ( que es una conducta no observable) o lo que hace?.¿Qué empiezo a cambiar ( si es que puedo) para que la próxima vez gane el partido definitivo?…


Raquel Rodríguez Torrado
Psicóloga del deporte
Colegiada M-31335
r.rodriguezcoach@gmail.com
www.coachaltorendimiento.tl.es
Twitter: @raquelrtorrado

































miércoles, 12 de agosto de 2015

LA COMPETICIÓN Y LOS NIÑOS



Hace unos días en el Mundial de Natación de  Kazán ,  la joven nadadora Alzain Tareq de 10 años competía en los 50 metros mariposa. La pequeña nadadora de Bahrein salió sonriente de la prueba pese a que su registro distaba mucho del resto de competidoras. 
Sin entrar en valoraciones políticas, económicas o intereses que pudieran tener tanto los organismos que la inscribieron como la que permitieron dicha inscripción, en mi artículo de hoy creo que voy a poner el dedo en la llaga porque yo soy uno de esos profesionales que piensa que la competición es necesaria para  la formación de los jóvenes deportistas.

En las redes sociales muchos profesionales del deporte y medios de comunicación criticaban el hecho de que una niña de 10 años compitiera a esos niveles. Bajo mi punto de vista, creo  que las personas que  trabajamos con niños en el ámbito deportivo no deberíamos tener una visión tan negativa de la competición infantil siempre y cuando cumpla su función en un espacio previamente estudiado  y con unos objetivos que sean no obtener un resultado sino de alimentar su experiencia. En muchos deportes empiezan a competir con 9 o 10 años, incluso en determinados deportes niños de 8 años tienen agente deportivo ( ¡¡¡¡¡) . Otros casos entrenan fuera de casa en centros de alto rendimiento que puede ser un factor más estresante que la competición en sí  misma.

Hace tiempo una madre me llamó y me contó que en el club donde entrena su hija ,en varias ocasiones había llevado a su pequeño de casi 3 años . A fuerza de ver a la hermana entrenar, él había aprendido los mismos ejercicios y las entrenadoras al verle  pidieron a la madre que si podían llevarle a una exhibición importante con el equipo. Ella me decía preocupada que a lo mejor la experiencia era muy estresante para su hijo. La expuse que un niño de esa edad está jugando, no está valorando la situación como una posible amenaza, cosa que ocurre cuando van siendo mayores, por lo que el problema sería que obligaran al niño a mantener la actividad si en medio de la exhibición se negaba (porque es un niño muy pequeño) o si se ponía a llorar era eso lo que tendrían que valorar y exponer a las entrenadoras.
 El niño, disfrutó de la experiencia y ahora quiere estar siempre en el equipo con su hermana.



A medida que los niños crecen, comienzan a percibir sensaciones, inquietud, miedo que antes según nos cuentan entrenadores y padres no tenían. No entienden como es posible que un niño o niña que fue campeón de benjamín sea capaz de perder el control en la mesa, ¡¡con la experiencia que tiene¡¡ dicen.
Es ante estas situaciones donde volvemos a necesitar tener un profundo conocimiento de la evolución psicológica y física de los deportistas. A medida que van creciendo no sólo cambia su cuerpo si no que sus pensamientos antes dirigidos a una actividad que les gusta y les motiva por sí misma, ahora tienen que responder a las expectativas de padres, entrenadores , a expectativas que  ellos mismos  se ponen la mayoría de las veces poco objetivas. La edad donde estos síntomas empiezan  a aparecer sería la franja de 11 – 14 años.
El miedo a hacer el ridículo, el alto grado de ansiedad que puede suponer la evaluación social es un aspecto muy relevante que hay que tener en cuenta y por ello prepararles psicológicamente para entender en qué punto están. Trabajar la autoconfianza desde objetivos de realización o ejecución ( mover los pies, respirar, hacer la rutina…)  y no de resultado
( ganar el partido, clasificación en un zonal…) en esta etapa es crucial. Ayudarles a evaluar su trabajo y que sean capaces de relativizar los fracasos tiene una enorme trascendencia de cara a su autoestima. En todo proceso de aprendizaje el fracaso es un factor  más y aunque muchas veces se cierran en banda a analizar esto como algo que forma parte del proceso de hacerse mayor, es necesario incidir mucho en ello.
Exponerles a situaciones de competición no es algo que sea negativo cuando es una situación controlada y trabajada con ellos por profesionales preparados y con amplios conocimientos sobre el desarrollo infantil y experiencia , por eso es tan importante que los padres valoren mucho en qué club se está formando y está compitiendo su hijo. Siempre insisto mucho en que los que trabajamos con niños tenemos una enorme responsabilidad y una gran trascendencia en su desarrollo,  por ello es fundamental no solo tener unas cualidades personales que favorezcan el aprendizaje del niño sino una formación rigurosa, adecuada y continua.

 No solo hay que cuidar el ámbito competitivo en los jóvenes deportistas también hay que cuidar y mucho las condiciones en las que entrenan y donde creo que se puede mejorar y mucho ¿cantidad o calidad? Es esta situación   que no sale en la televisión y por tanto no es objeto de debate creo que sí debería preocuparnos sobre todo en determinados deportes muy exigentes. Cuál es el  objetivo final  ¿llegar a competir a  alto nivel o formar a los chicos en los valores del deporte? ambos son lícitos pero requieren coherencia por parte de todos los implicados. 



Raquel Rodríguez Torrado

Twitter: @raquelrtorrado


martes, 30 de junio de 2015

"Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres" - Pitágoras



La semana pasada se disputó en Antequera el Campeonato de España de Tenis de Mesa. Los mejores jugadores de los diferentes clubs deportivos se dieron cita allí y desplegaron un espectáculo fantástico de juego y de recursos técnicos, tácticos y psicológicos. Deportistas ya consagrados competían en el mismo espacio con jóvenes que empiezan a destacar y en otros casos con jugadores que fueron inscritos para incorporar esta experiencia a su aprendizaje.

Mi formación como trabajadora social y psicóloga han hecho que esta experiencia sea muy enriquecedora ya que,  si por algo este deporte me fascina, es por su capacidad de incorporar deportistas con diversidad funcional tan diferente en competición dando lecciones de superación que no sé si todos están dispuestos realmente a ver y a aprender de ellas.
 Mi hija tiene la suerte de poder compartir estos aprendizajes y procuro que vea más allá de las características físicas del deportista y que desarrolle  poco a poco la capacidad de empatizar con lo diferente. Cuando una niña la insultó aludiendo a su complexión física en un momento determinado del campeonato, le resté importancia aludiendo a sus muchas cualidades y aproveché para explicarla que si ella se había sentido mal con ese insulto puntual, imaginara los improperios que cada uno de aquellos deportistas que estaba viendo, habrán recibido a lo largo de su vida desprecio, insultos y vejaciones que por falta de sensibilidad, por falta de educación o de respeto, de miedo a lo diferente o por hacerse el gracioso con la pandilla, habrán tenido que sufrir y le digo que hay cosas peores que ese insulto.La expliqué  que esos jugadores, esas personas que veía, se han tenido que hacer fuertes y que probablemente  han tenido que tener un gran apoyo familiar y de amigos para soportar determinadas situaciones que seguro que han hecho mella en su forma de afrontar los retos. Muchas veces se habrán visto solos, asustados  y sin fuerzas para volver a ir al colegio, al instituto o salir de marcha con los amigos, pero se han hecho fuertes a base de no huir de esas situaciones sino que las han afrontado con valentía y con coraje. Eso demuestra lo grandes que son.

Aunque desde los distintos estamentos deportivos se habla de las bondades del deporte me parece que hay que darle una vuelta para ver cómo se están incorporando de verdad esos valores en los jóvenes jugadores. Padres, entrenadores y jugadores están teniendo  conductas en algunos casos totalmente opuestas a éstas que tanto se alaban. La responsabilidad de trabajar con niños y jóvenes requiere una preparación constante  y una búsqueda continua de mejorar nuestras habilidades como profesionales que trabajan con ellos. No podemos perder de vista que en el  futuro  serán profesionales docentes, empresarios, responsables de equipos, responsables de su familia… estarán en todos los estratos de la sociedad y por tanto tenemos la responsabilidad de hacerles  tomar conciencia de lo diferente, de que sean capaces de empatizar con todo tipo de personas  para hacer una sociedad más justa y sensible a la vez que competitiva.




Gutierrez ( 1995) propone una distinción  entre los valores sociales  y los valores personales que el deporte debe desarrollar:

Valores sociales:

Respeto, cooperación, trabajo en equipo, competitividad, igualdad, responsabilidad social, compañerismo, preocupación por los demás.

Los  valores personales:

Habilidad física, creatividad, diversión, afán de superación, reto personal, autoconocimiento, disciplina, autorrealización, reconocimiento, mejora de la salud, perseverancia, humildad, autodominio.


He sido testigo en este Campeonato  de cómo se insultaba o despreciaba a jugadores por ser de una comunidad u otra,  he visto faltas de respeto hacia los árbitros y hacia presidentes de clubs que sólo hacían su trabajo. He visto que los jugadores discapacitados físicos y psíquicos tenían las mesas más alejadas de las gradas para jugar y en muchos casos las peores horas del día para empezar a competir. He visto como los padres daban las instrucciones a los entrenadores de cómo tenían que hacer su trabajo, he visto cómo algunos entrenadores tratan a los chicos como si fueran armas de destrucción masiva para usar contra otros jugadores.

También he visto grandes jugadores que siendo muy superiores dejaban jugar al rival sin humillarle. He visto cómo jugadores de diferentes clubs tras duros encuentros se buscaban para charlar juntos y hacerse fotos para colgar en las redes. He visto como entrenadores que animaban y mantenían siempre la sonrisa aunque su jugador benjamín o alevín,  estuviera perdiendo. He visto padres que respetaban el rol del entrenador y que hacían que sus hijos también lo hicieran. He sido testigo de con qué cariño y con cuánto respeto entrenadores daban instrucciones en la banda a jugadores con discapacidad intelectual.

Bajo mi modesta opinión creo que hay mucho trabajo que hacer pero que el trabajo que se está desarrollando ya en algunos clubs debería ser más visible y valorado como ejemplos de lo que se debe hacer en la formación deportiva más allá de los éxitos competitivos.  

No creo que ser competitivos y ser agresivos en el juego tenga que estar reñido con ser respetuosos, humildes y autocríticos , de hecho creo que son compatibles y que trabajando estas cualidades se hacen jugadores más competentes tanto en la mesa como en la vida.

En muchos deportes ya se están haciendo esfuerzos en esta línea. Nuestro deporte tiene tanto que aportar que creo que sería bueno abrir un debate para ver cómo optimizar los esfuerzos de tanta gente ( jugadores, entrenadores, familias, árbitros)  que hace las cosas tan bien y cómo fomentar desde pequeños en las escuelas los valores que nuestro deporte en concreto puede ofrecer y puede servir como  ejemplo para evitar conductas de bulling en la escuela y promover el respeto por lo diferente.



En octubre hay un Congreso en Madrid (@IXhispanoluso) donde psicólogos deportivos, entrenadores, investigadores, jugadores de élite y del deporte base y padres de deportistas van a poder compartir experiencias y conocimientos que enriquecerán tanto el trabajo en el deporte base como en deportistas que empiezan a adquirir niveles profesionales.
Creo que puede ser un buen espacio para seguir aprendiendo.

Raquel Rodríguez Torrado 

Asesoramiento y formación en Alto Rendimiento
 “Premio Isabel Blanco”2014
Asociación de Titulados en Psicología del Deporte. UNED
Twitter: @raquelrtorrado

martes, 9 de junio de 2015

RECETAS MÁGICAS Y PSICOLOGÍA DEL DEPORTE



La psicología del deporte está de moda, casi tanto como los programas de cocina.
La figura del psicólogo deportivo está adquiriendo una visibilidad hasta ahora impensable ya que el rol del psicólogo hasta hace bien poco se asociaba a problemas mentales, a patologías o a conductas de riesgo graves. 
El trabajo que desde hace años se está desarrollando por estos profesionales que en muchos casos tienen una preparación multidisciplinar que integra la psicología con otras disciplinas como el trabajo social, medicina deportiva, fisioterapia, educación social,  TAFAD , psicopedagogía… está siendo cada vez más valorado no solo por equipos deportivos de prestigio sino también en escuelas de deporte base donde el trabajo puede ser muy relevante.

El ámbito de actuación del psicólogo especialista en deporte puede orientarse en los equipos deportivos mediante entrenamientos específicos o asesoramiento. Algunos ejemplos pueden ser:

* Entrenamiento de los aspectos psicológicos que favorecen el rendimiento deportivo como por ejemplo la motivación, el nivel de activación, la atención, el estrés, la cohesión de equipo, la autoconfianza en los deportistas.

* Asesoramiento a los entrenadores para que optimicen el liderazgo que tienen que ejercer como figura de referencia en sus deportistas.
Además el psicólogo del deporte puede asesorarles en las distintas estrategias que existen para aumentar conductas que favorecerán un mejor entrenamiento así como ayudarle a establecer un método de trabajo que favorezca al grupo teniendo en cuenta las diferencias individuales.

* Fortalecer y mejorar la comunicación con el equipo y con los padres puede ser otra labor de gran interés que evite desgastes innecesarios a los que en muchas ocasiones los entrenadores se ven sometidos.

* Canalizar las inquietudes y necesidades de los padres de los deportistas que muchas veces no se tienen en cuenta.

El psicólogo del deporte NO  TIENE QUE hacer todas estas cosas SIEMPRE, ya que detectar los tiempos de intervención, el momento adecuado y elegir la vía directa ( siendo él mismo el que asume la gestión ) o indirecta de actuación ( a través del director deportivo, o de los entrenadores o de otras figuras del equipo) es una de las decisiones más importantes y menos entendidas en ocasiones por los profesionales no especializados.

Aunque existen herramientas potentes ( recetas) que se pueden enseñar a los deportistas no todos reciben la misma influencia en su rendimiento de estos instrumentos (relajación, establecimiento de objetivos, autoinstrucciones…). Los jugadores no son un bizcocho, o un plato de Ferrán Adriá, que con las medidas adecuadas de los ingredientes, una buena cocina y unas buenas materias primas se consiguen platos exquisitos. Nosotros trabajamos con recursos bien distintos, donde el producto final es el rendimiento deportivo, personal, académico de un ser humano, donde nuestro uniforme de trabajo es un chándal y nuestra cocina un vestuario o el baño de los árbitros o un gimnasio de un colegio, donde la materia prima es maravillosa, única y especial con sus defectos incluídos.

Cada persona está predispuesta por factores totalmente distintos, que han forjado su forma de trabajar o de comportarse y que hay que tener muy en cuenta a la hora de cambiar hábitos o incorporar nuevas conductas. Las motivaciones son diferentes, las edades y maduración distinta en cada deportista y en el caso de los deportistas jóvenes debemos saber que son más volubles, cambiantes e influenciables por lo que tener esto en cuenta como algo “ normal” hará que la intervención sea más eficaz y se adapte a las necesidades de cada momento preciso.

En nuestro deporte ( el tenis de mesa)  la relevancia de los aspectos psicológicos es fundamental porque la precisión de los golpes y de la eficacia en la toma de decisiones está influida por aspectos como el estrés, el marcador, las expectativas con respecto al rival, el tipo de juego( defensivo-ofensivo), las indicaciones de la banda…
Muchos de estos aspectos NO SON CONTROLABLES por lo que formar al deportista  y entrenarle en lo que sí depende de él, en su conducta, en sus estrategias para mantener la concentración pese a lo que ocurra a su alrededor es un factor clave en la formación psicológica específica en el  tenis de mesa. 





El trabajo del psicólogo deportivo no es sólo dar charlas, es entrenar las habilidades que los deportistas tienen que desplegar en las competiciones. Consiste también en someterles, en la medida de lo posible,  a las mismas variables que pueden afectar a su rendimiento en las competiciones y establecer una comunicación fluida con ellos que ayude a identificar las dificultades. Una vez identificadas estas dificultades y formados los deportistas en varias herramientas que puedan usar para favorecer su rendimiento, probarlas y evaluar su eficacia se convierte en un trabajo imprescindible para que los deportistas las incorporen de forma automática en su actuación deportiva.

Las recetas sin más no funcionan, funciona adaptar la dosis adecuada o el tiempode cocción a cada jugador y entender que el protagonista de la historia es el deportista no el psicólogo y sus conocimientos,  por muy amplios que sean. El  CONOCIMIENTO sin saber cuándo incorporarlo a las rutinas de los deportistas o de las necesidades de los equipos se convierte en ineficaz.

Creo que para las personas que trabajamos con personas, la formación continua,  es necesaria porque nos muestra el camino no para hacer un buen plato siguendo una receta , sino para hacer el mejor posible, el más exquisito , con los recursos que tenemos. 

En el mes de Octubre los días 22, 23 y 24 en el IX Congreso Hispano- Luso de Psicología del Deporte que organiza la Facultad de Psicología de la UNED, podremos seguir avanzando en el conocimiento no solo de las intervenciones más eficaces para el rendimiento, sino de cómo adaptarlas a la idiosincrasia de cada club y de cada jugador. ( Twitter: @IXhispanoluso) 


Raquel Rodríguez Torrado
Asesora y Formadora en CTM Rivas y CTM de Getafe
“Premio Isabel Blanco”2014
Asociación de Titulados en Psicología del Deporte. UNED
Twitter: @raquelrtorrado














jueves, 7 de mayo de 2015

TENIS DE MESA Y PARKINSON





La práctica deportiva en la edad madura se ha considerado por numerosos estudios una de las formas más eficaces para prevenir algunas enfermedades diabetes, enfermedades coronarias y depresión. La pirámide poblacional se está invirtiendo (lo que significa que los adultos mayores de 65 años serán la población más numerosa según la OMS en 2025) y los recursos en Servicios Sociales y Sanidad son cada vez más escasos, es por lo tanto especialmente importante buscar alternativas viables  y económicas que sirvan para mejorar la calidad de vida de las personas.

Todos los deportes en general sirven a ese aumento cualitativo de la calidad de vida y por tanto a una mejora de la salud y a  generar en nuestro cuerpo neurotransmisores que provocan un rendimiento más eficaz a nivel físiológico y mental. No obstante en mi  caso  por conocimiento y porque he visto el potencial que puede tener nuestro deporte voy a compartir con vosotros  la idea que sirvió para finalizar mi trabajo de fin de carrera sobre Psicobiología de las emociones: Tenis de Mesa y Parkinson.

La  enfermedad se caracteriza básicamente por una serie de  síntomas motores ( temblor,  rigidez muscular, episodios de bloqueo, trastornos del equilibrio …) y síntomas no motores  ( trastornos afectivos, depresión , ansiedad). El origen de la enfermedad es hasta el momento desconocido, pero se sabe que la disfunción aparece con la pérdida de ciertos neurotransmisores  y el mal funcionamiento de receptores presinápticos y postsinápticos.  


La hipótesis

La intervención mediante la práctica deportiva del tenis de mesa en afectados de párkinson puede tener  influencia significativa en  variables psicosociales ( tales como afecto positivo, autoconfianza y apoyo social ) y/o cambios a nivel  neuropsicológico y bioquímico.

Mi hipótesis de trabajo se basaba en observaciones realizadas en afectados de Parkinson jugando a tenis de mesa. El responsable de esta iniciativa deportiva fue Gerardo de Gracia entrenador del CTM Getafe que trabajaba con ellos desde hace dos años en la Asociación Parkinson Madrid.
Ver a afectados de distintas edades que llegaban a la mesa con una movilidad muy limitada empezar a jugar y poder apreciar los ciertos  cambios me hizo pensar en la posibilidad que puede tener este deporte en  la mejora de los síntomas físicos y anímicos de la enfermedad.

Por qué el Tenis de Mesa


Algunos de los sistemas neurales implicados en la práctica del Tenis de mesa son: áreas prefrontal  de asociación ( responsable de la toma de decisiones y planificación), córtex premotor (responsable de la coordinación de movimientos voluntarios), área de asociación primaria (responsable de los movimientos voluntarios), córtex primario somatosensorial y áreas de asociación sensorial (implicados en la propiocepción y sensaciones físicas), áreas  límbicas ( procesamiento emocional),  núcleos motores del tronco del encéfalo. Sistemas moduladores  como el cerebelo y los ganglios basales, implicados en el control postural, restablecimiento de equilibrio, planificación de nuevos movimientos, ejecución suave y precisa y por último  programación de secuencias coordinadas de movimientos y coordinación temporal. 

Desde el punto de vista funcional , la práctica del ejercicio de casi cualquier actividad física implicaría la puesta en marcha de estos mismos mecanismos,  pero en el Tenis de Mesa la precisión, antelación y rapidez del juego con una velocidad donde la pelota viaja a una velocidad de 180 km por hora y realiza giros de hasta 150 revoluciones por minuto en un espacio limitado de 2, 74  metros de longitud un ancho de 152, 5 cm,  lo hacen especialmente relevante para una práctica tanto motora como cognitiva altamente especializada. La influencia del Tenis de Mesa en  la actividad cognitiva se manifiesta  en los procesos de percepción, atención, memoria, planificación y toma de decisiones áreas afectadas en la enfermedad. La musculatura que trabajamos se hacen  más fuerte este mismo principio rige cuando trabajamos grupos de fibras nerviosas y de áreas de asociación, las conexiones entre fibras neuronales que trabajan son las que mejor se mantienen.

 Nuestro deporte tiene muchos elementos que adaptados a la idiosincrasia del jugador afectado, pueden influir de manera positiva tanto a la neurogénesis ( creación de nuevas neuronas) , como a la amortiguación de la destrucción neuronal ( apoptosis) por  los efectos del estrés, ansiedad y depresión que acompañan al Parkinson entre otros.

Cada vez toman mayor fuerza las teorías que indican que la plasticidad neural, y áreas del cerebro que actúan para facilitar determinadas funciones, pueden ser sustituidas por otras en caso de lesiones (Damasio, 2010). Los mecanismos endógenos y factores  que favorecen la neurogénesis en adultos están siendo investigados, entre algunos de estos factores se encuentran  el ejercicio físico, alimentación saludable y un ambiente social rico en estímulos.

El proyecto Párkinson en CTM Getafe.

Aunque con limitaciones propias de la enfermedad, cuyo grado de afectación incide directamente en el  desarrollo del entrenamiento, hemos observado a lo largo de este tiempo  que nuestros jugadores tienen  en común un grado de concentración muy elevado, una determinación  en la ejecución de los golpes importante y un refuerzo social entre los ellos  que aumenta el estado de ánimo positivo observable en conductas  verbales, refuerzo positivo, aumento del sentido del humor y conductas de ayuda entre compañeros.  Además un aspecto muy llamativo de la observación en la práctica deportiva, es que las dificultades motoras propias de la enfermedad, en algunos casos no son  evidentes cuando entrenan. Es más, en muchos  casos ellos mismos indican que la práctica de  este deporte les permite moverse con más facilidad tras el entrenamiento. El sonido rítmico  de la pelota durante la práctica,  comentan, que les ayuda en la concentración y en el mantenimiento de un ritmo físico que incrementa su movilidad y que llegan a comparar con ciertos ejercicios que realizan en músicoterapia. Otro aspecto importante que señalan es que la práctica del deporte incrementa  sus niveles de afecto positivo, autoconfianza, autoestima y perciben  una mejoría física observable en los síntomas motores y en el estado de ánimo.

El  proyecto lo  empezamos con ilusión hace un año y hoy los resultados con los afectados que han mantenido la continuidad en la práctica deportiva es notable. El jueves que viene acudiré con mis compañeros de CTM Getafe a la presentación del Proyecto Deporte y Párkinson  en la Casa de Encendida invitados por uno de nuestros jugadores más destacados Paco Montesinos. 
Me alegra ver que hospitales universitarios y fundaciones que  tiene medios económicos puedan investigar y desarrollar nuevas terapias alternativas y que cuenten con nuestro deporte. 
Lamento que desde las Federaciones y otros estamentos deportivos que también pueden tener medios económicos para desarrollar estos proyectos, no dediquen esfuerzos a la investigación o implantación de este tipo de desafíos deportivos no tanto para que den la subvención de turno , si no para realmente confirmar que los  efectos físicos son  tangibles . Pero claro la INVESTIGACIÓN  es una inversión a largo plazo, costosa, a veces improductiva  pero es una inversión que nos ha dado una esperanza de vida nunca vista hasta ahora, la INVESTIGACIÓN salva vidas.

Espero que con el tiempo y estudios rigurosos a los que lamentablemente en nuestro club y con nuestros medios actuales no podemos llegar, alguna institución pueda demostrar que el Tenis de Mesa puede plantearse como un deporte retador que influya en la  calidad de vida en enfermedades neurodegenerativas.
Una actividad deportiva donde la movilidad sea limitada en un espacio discreto, el grado de concentración máximo, el esfuerzo físico pueda ser adaptable a edad o estado físico de los practicantes,  donde coordinación viso-espacial y motora, la atención externa pueda ser más relevante que la atención interna y por último donde la práctica deportiva sea individual  lo que permite mayor adaptabilidad a las condiciones físicas  del jugador,  pero que su práctica se puede desarrollar en grupo, lo que aporta los beneficios de la pertenencia a un grupo , el apoyo social, las conductas de afecto y de estima que hacen que  el Tenis de Mesa sea un deporte a tener en cuenta.

Dedicado a todos los investigadores, a los afectados de enfermedades neurodegenerativas, a los voluntarios y familiares que les cuidan, protegen y ayudan. 
Dedicado a Paco, Astrid, Miguel, Leopoldo, José Antonio y a todos nuestros jugadores que nos dan lecciones de vida que no enseñan los libros.

domingo, 26 de abril de 2015

¡¡¡¡CHOOOO!!!!

Cuántos más partidos veo más aprendo  y  cada vez estoy más convencida de  que es fundamental para ver conductas, para empatizar con emociones y para entender cómo se manifiestan de forma más o menos evidentes ciertas variables o  procesos como la motivación, la atención, el estrés y la confianza.

Durante estos dos últimos fines de semana, he podido observar un proceso muy significativo que creo necesario que los jugadores conozcan, entiendan y decidan usar de una forma u otra, el REFUERZO(¡¡¡ Choo¡¡¡ Vamos¡¡¡¡ Tomaaaa¡¡¡¡¡ ).

Hay jugadores que dicen que se refuerzan bajito, para ellos. Les da un poco de vergüenza decirlo en voz alta y no se sienten cómodos cuando lo hacen.

Otros jugadores lo hacen de forma más o menos intensa, como parte de una rutina bien entrenada y muy positiva, respetando al rival y usando ese refuerzo como autodiálogo positivo e instrucción precisa para mantener el esfuerzo y la concentración (otra cosa es que el jugador contrario tenga una percepción errónea de este refuerzo y considere que es una provocación).

Los menos,  la usan como una estrategia para desequilibrar, desconcentrar, amedrentar al rival. Usan  el recurso más como un arma como las “hakas” de los All Blacks en rugby pero sin el respeto que estas muestran al rival. La agresividad de esta forma de refuerzo tiene dos efectos importantes que los jugadores deben conocer:  

a. Para el jugador que emite el refuerzo como arma  para desestabilizar al rival.

El efecto que produce un grito tan intenso y agresivo es un elevado nivel de activación fisiológica: la presión cardiaca se eleva, las hormonas del estrés glucocorticoides y catecolaminas se disparan provocando alteraciones en el sistema inmunológico y digestivo. La respiración se agita haciendo que llegue menos oxígeno al cerebro por lo que alteramos el ordenador que emite las órdenes al cuerpo. La tensión muscular aumenta y los movimientos se hacen rígidos y agresivos, en definitiva la “Respuesta de Lucha” del cuerpo aparece. Si eso lo hago en un campo de rugby donde puedo descargar ese exceso de energía en  100 metros de largo por 68 de ancho pues es posible que me pueda ayudar.
Si mi área de actuación es 14 metros de largo por 7 de ancho donde tengo que meter la bola en un área de 2,74 x 1,525 metros  donde además la bola puede volver con un efecto no previsible en la mayor parte de los casos, pues es una mala idea convertir tu herramienta de trabajo en un misil M-16.

b. Para el jugador que se enfrenta a este tipo de jugadores.

En los siguientes casos alterará mucho el rendimiento deportivo: 

Cuando no se tiene mucha experiencia.
Cuando la confianza es baja y la percepción de los propios recursos limitada.
Cuando estoy enfadado con el mundo y creo que todos  van a por mí.
Cuando tengo un temperamento fuerte y no soporto que me griten en la cara.

En todos estos casos si bien no puedo controlar a mi rival ni las cosas que hace o dice, si puedo cambiar mi percepción de lo que estoy viendo y usarlo en mi propio beneficio. Además puedo desactivar el exceso de activación que la conducta del otro me provoca con técnicas como la respiración, parada de pensamiento y autoinstrucciones.

Cuántas veces al día, a la semana, al mes nos dicen que somos buenos en algo, qué bien hemos trabajado, estudiado, hecho la tarea… Me temo que pocas.
Los partidos pueden ser una fantástica ocasión para que la persona que siempre está conmigo, la que mejor me entiende, y me comprende, la que sabe qué es lo que me pasa, por qué estoy pasando una mala racha o por qué tengo que callar ese dolor o frustración que siento por algo … esa persona soy yo mismo. Cuando aprovecho la oportunidad para valorarme,  para escucharme decirme que he conseguido un punto , estoy invirtiendo en mi autoconfianza, autoestima y estoy generando serotonina y dopamina sustancias fundamentales para el estado de ánimo y muchas funciones cognitivas importantes como la atención y la  memoria.


Si los jugadores entienden bien el refuerzo y las implicaciones físicas y mentales que tienen, habrán avanzado mucho para ser no sólo mejores jugadores sino más honorables, honestos y respetables en todos los aspectos de la vida además de disfrutar de su deporte en las competiciones en vez de sufrirlo.


jueves, 16 de abril de 2015

¡¡ SI QUIERES PUEDES!!


Cada vez existen más  gurús que aparecen y se ganan la vida diciendo a la gente que...
 ¡¡Si quieres puedes¡¡, ¡Querer es poder!!. Grandes frases que pretenden ser motivadoras  en las redes sociales, muy impactantes y acompañadas muchas veces de efectos visuales y sonoros , que en ocasiones hemos utilizado todos  o hemos dicho a alguno de nuestros jugadores,  a nuestros hijos, a la gente con la que trabajamos o con la que convivimos.

-¡¡Vale ¡¡¡Quiero¡¡,  ¡¡Cielos, quiero mucho conseguir mi objetivo y ahora ¿qué hago?!!

Estoy de acuerdo en que QUERER forma parte del camino. Evidentemente si quieres será más fácil obtener el objetivo que te hayas planteado pero eso sólo es el primer paso. Saber qué es lo que quiero conseguir, es una de las cosas más difíciles de aclarar en muchas ocasiones. Establecer metas específicas y objetivos claros y precisos que dependan de uno mismo es fundamental para traducir ese DESEO, ese QUERER en algo REAL.
Para conseguir los objetivos que nos planteamos es necesario además de QUERER y de
 SABER QUÉ ES LO QUE QUIERO, tener claro  si depende de mí. Además hay que tener muy en cuenta el esfuerzo que eso va a suponer ya que todo beneficio tiene sus costes. 
Establecer con claridad una línea temporal ( corto, medio, largo plazo)  con plazos concretos y evaluar cuáles serán los costes y qué beneficios obtendré a cambio van a ayudar en ese proceso de conseguir nuestras metas. Tener claras las fortalezas que uno tiene y también cuáles son los “talones de Aquiles” también facilitará el camino. Todo esto implica un espacio para la reflexión, no es todo entrenar, hay que crear estos espacios para aclarar estos conceptos con los jugadores.

Una de las responsabilidades más importantes que tenemos los profesionales que trabajamos con jugadores jóvenes es precisamente ayudarles a que comprendan que querer algo no significa necesariamente conseguirlo y además si no hago esfuerzos, si no me comprometo y si espero que pueda conseguir ese objetivo como he conseguido, en la mayoría de los casos,  la Wii, el móvil última generación, la ropa de marca o ir a un campus al extranjero… la frustración será mayor. Cuidar cómo transmitimos esa idea es fundamental porque si no caeremos en el error de “dar la charla “ al jugador y que haga oído sordos a nuestras palabras.

Otros aspectos importantes que considero que  hay que tener en cuenta para ayudarles a conseguir sus objetivos son:

 *Apoyar emocionalmente a los jugadores y ser sinceros con ellos pero cuidando mucho nuestra comunicación verbal y no verbal. La crítica SIEMPRE constructiva. No todos quieren ser Nadal, de hecho, generalmente sólo quieren pasarlo bien.

*Establecer plazos para conseguir objetivos intermedios que ellos puedan ir midiendo.

*Reforzar el esfuerzo y no el resultado.

*Tratar a los jugadores desde su individualidad, no son todos iguales, ni necesitan las mismas cosas, ni se les puede exigir lo mismo y eso es lo que hace este trabajo tan difícil y a la vez tan fascinante.

* Ajustar las expectativas entre el entrenador,  el jugador  y los padres de los deportistas ya que pueden tener todos objetivos distintos y estar remando en distintas direcciones , en vez de en la misma dirección. 


Raquel Rodríguez Torrado
Asesoramiento y Formación en  Alto Rendimiento

Twitter: @raquelrtorrado

jueves, 9 de abril de 2015

“Alea iacta est”





La liga termina en dos jornadas. Es posible que muchos equipos hayan conseguido los objetivos que se habían marcado, en otros casos las expectativas eran mayores de lo que se ha podido conseguir. Hay equipos tienen todavía la posibilidad de mantener las categorías y en otros casos “ alea iacta est” ( la suerte está echada ).
Todas estas situaciones distintas en cada equipo, son vividas por cada integrante de forma muy diferente. A unos jugadores les dará igual aunque no lo digan, a otros les supondrá un golpe a su autoconfianza y autoestima deportiva porque el año pasado fueron capaces de ser mejores que los rivales. Habrá jugadores que estando satisfechos con los resultados logrados buscarán nuevos retos para satisfacer su afán competitivo. En todos los casos es  difícil la tarea de los entrenadores que tienen que tratar de alinear en un mismo proyecto intereses tan diferentes. Mantener la motivación y el compromiso con el club es importante en este punto porque en junio , en el  Campeonato de España muchos de estos jugadores estarán compitiendo para dar lo mejor de sí mismos y si no han trabajado bien en los entrenamientos y si el compromiso con su club se debilita,  es posible que no rindan al 100 x 100 y sus aspiraciones deportivas no sean realistas sino basadas en deseos y no en objetivos concretos que ayudan a fortalecer la confianza porque dependen de ellos y no de factores externos. Es el momento de volver a Ilusionar a los jugadores con nuevos proyectos, con desafíos realistas, con objetivos concretos y en la medida de las posibilidades de cada club. Informar a los jugadores, a las familias de los deportistas,  contar con ellos, saber qué es lo que esperan del club puede ser una buena manera de facilitar el trabajo tan complicado de gestionar , planificar y definir un proyecto que cuente con el COMPROMISO de todos . 


martes, 24 de marzo de 2015

¡¡¡Tranquilo hijo, no te pongas nervioso!!!

En el mundo del deporte base todos conocemos a padres que usan el poco tiempo libre del que disponen para llevar  a sus hijos a entrenamientos, partidos, jornadas de tecnificación.
A campeonatos nacionales,  usando días de vacaciones y sus propios recursos económicos para que su hijo pueda participar. Conozco a padres que están  aprendiendo este deporte, que no es el suyo, para compartir momentos y experiencias  con ellos.
Cuando voy a las competiciones,  veo el gran apoyo que las familias dan a los chicos cubriendo desde las necesidades más básicas como tener la fruta, el agua  y el bocadillo listo entre partido y partido,  hasta el abrazo o el apoyo emocional que los niños necesitan. Me gusta ir porque a veces , veo y oigo cosas a las que de otra forma no tendría acceso.
En una de estas competiciones escuché muy cerquita de mí una frase que me conmovió,  se dirigía a una niña que tendría unos 8 años. Esta pequeña había perdido el partido y no pudo pasar de ronda, cuando perdió,  comenzó a llorar desconsolada. Tras esperar que se calmara un poco abrazándola y tranquilizándola con palabras de ánimo la dijeron: “Tienes que saber una cosa, para saber ganar, tendrás que aprender a perder”.  Una frase sencilla, sincera, quizás fruto de la experiencia o  de una gran pedagogía, artículos enteros sobre psicología encerrados en una gran frase usada en el momento adecuado y tras el apoyo emocional que un “fracaso” necesita.
Otras veces sin embargo hay padres que me dicen que animan a sus hijos diciéndoles: no te preocupes sabemos que vas a perder y te queremos igual cuando les explico que es una frase que encierra amor y el deseo de eliminar presión a su hijo, pero que en el oído de algunos jugadores puede traducirse en…: “sabemos que eres un perdedor pero te queremos igual” me miran sorprendidos y comprenden...  

 El impacto de frases como ésta,  puede ser tan fuerte, que en el momento en el que  los chicos pierden, provocan en ellos una intensa emoción de rechazo hacia sus padres negándose a hablar con ellos e increpándoles cuando se acercan a animarles.
Cuando somos padres, no nos dan el manual de instrucciones, cada hijo es único diferente y especial y  auque los libros de autoayuda que venden recetas mágicas están muy de moda, no podemos usar las mismas cosas para todos. En cambio si podemos saber y se puede informar a los padres  que ciertas etapas del desarrollo madurativo de los chicos (primera infancia, infancia, preadolescencia…) tienen un fuerte componente psicológico que es común en todos.
En edades tempranas  en el ámbito deportivo estos componentes o variables psicológicas podrían ser; la motivación, la autoestima. En niños de 9 a 14 años; la confianza, el nivel de activación y el estrés. En la adolescencia; el autocontrol, la autonomía,  la pertenencia al grupo.
Cuando conocemos esas variables y cómo influyen en su rendimiento,  podemos ayudar a nuestros hijos mucho mejor.
Cada vez más el trabajo del psicólogo en el deporte base, se desarrolla, informando tanto a los padres como a los deportistas de estos factores. Podemos explicar a los chicos que cuando una madre grita con medio cuerpo fuera de las gradas: “¡¡¡¡Tranquilo hijo, no te pongas nervioso!!! “ sólo trata de hacer lo que hace siempre; proteger , animar  y ayudar . Esa madre no sabe, porque nadie se lo ha explicado,  que cuando hace esto eleva la tensión del jugador que no solo tiene que mirar a la bola, al rival, el marcador… sino que además puede llegar a ver como su madre se cae de la grada por animar a su hijo.

-A todos los padres que tratamos de hacerlo lo mejor posible-



Raquel Rodríguez Torrado
Asesora y formadora en CTM GETAFE y CTM RIVAS
Twitter: @raquelrtorrado


martes, 17 de marzo de 2015

TENIS DE MESA VS PING PONG


Los nombres tienen un gran poder, cuando te llaman por tu nombre te hacen un ser único. El fútbol, el tenis, la fórmula, el motociclismo, pádel, badminton, maratón…no veo en ninguna de estas disciplinas que existan dos denominaciones para definirlas entre las cuales una se diga con cierto “desprestigio”.
He tenido ocasión de escuchar  a jugadores de otros deportes , que pasan a nuestro lado riéndose   y diciéndo:- “ Pfff es ping pong”. Cuando estos deportistas menosprecian lo que el TENIS DE MESA significa , el esfuerzo y sacrificio que lleva detrás, muestran una visión muy sesgada de nuestro deporte por lo que creo que es necesario empezar a poner en relevancia lo que el TENIS DE MESA puede aportar en tres etapas vitales del desarrollo: infancia, adolescencia y madurez, además de en tres aspectos clave para la formación integral del ser humano: el aspecto físico, el psicológico y el social.  
Entre los beneficios que ofrece este esta actividad deportiva destacan  los siguientes:

A nivel físico:
*Desarrollo psicomotríz, agilidad, rapidez, precisión.
*Estimula la coordinación piernas-cintura-brazos y tronco.
*Estimula áreas cerebrales implicadas en la percepción, planificación, memoria y toma de decisiones.

A nivel neuropsicológico :
*Estimula procesos mentales: memoria,  atención,  concentración.
*Toma de decisiones y planificación.
*Estimula el aumento de serotonina, dopamina y otros neurotransmisores que favorecen el  autocontrol emocional.
*Favorece la plasticidad neural haciendo que las conexiones entre neuronas sean más rápidas por lo que puede facilitar una mejora en el rendimiento mental.

A nivel social:
*Compagina deporte individual /colectivo
*Experiencias de convivencia con jugadores de otras provincias en los campeonatos
*Compartir deporte con jugadores  con Diversidad funcional (superación / exigencia)
*Compartir momentos especiales con la familia

Si bien muchos de estos beneficios son compartidos por muchas disciplinas deportivas y han sido ampliamente estudiados e investigados, en el caso concreto de esta disciplina falta mucho camino por andar.

En cuanto a algunos de  los beneficios psicológicos  que aportan en las distintas etapas vitales bajo mi punto de vista destacan los siguientes:
En la etapa infantil les enseña focalizar la atención, la concentración , percepción y la memoria.  
En la etapa adolescente para adquirir unos buenos resultados, es imprescindible el autocontrol, la responsabilidad, el dominio de las emociones y la toma de decisiones.
En la etapa adulta y madura, es un gran deporte que se puede realizar con ciertas dificultades físicas incluso a nivel de competición. Personas con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, pueden hacer de forma eficiente demostrando que es posible enfrentarse a retos deportivos que les reporten beneficios físicos y psicológicos mejorando su estado de ánimo general.

Resultado de imagen de tenis de mesa

El sistema de competición lo hace óptimo para ofrecer a los jugadores una visión del mundo más amplia puesto que ven y compiten contra personas de diversidad funcional que son capaces de rendir al más alto nivel. El respeto por lo diferente se hace patente en este juego.
Pese a ser un deporte individual donde la responsabilidad recae en cada jugador, el sistema de ligas y campeonatos hace que los jugadores tengan , además,  la experiencia de formar parte de un equipo con un objetivo compartido que une y fortalece lazos si estos objetivos son claros  para todos.

El Tenis de Mesa en sus orígenes llamado Ping – Pong por el ruido que hace la bola al golpear la pala, creo que debería dejar paso de una vez  a la denominación que mejor puede definir la dificultad táctica, técnica, psicológica y física que este deporte necesita para rendir al máximo nivel, una denominación común y que distinga lo que es un mero peloteo en el hotel de la playa de una disciplina olímpica de una belleza y potencia desconocida para muchos... EL TENIS DE MESA.



Raquel Rodríguez Torrado

Psicóloga del deporte
Colegiada M-31335 
Experta en técnicas de control de estrés

r.rodriguezcoach@gmail.com
Twitter: @raquelrtorrado